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ALEJANDRO DE LA PAZ

ALEJANDRO DE LA PAZ

Por JUAN MEIRIÑO, director de entretenimiento URBAN grupo de comunicación.

Hacía meses que se había propuesto lo imposible. Amigo de ambos, Alejandro Sanz sabía que iba a ser muy difícil reconciliar a las dos máximas figuras de la televisión española, una especie de Tinelli-Pegolini ibérico. Pero como toda buena historia, esta también tiene un final feliz.

Recapitulemos: los “contendientes” son Pablo Motos, guionista, presentador y entrevistador más popular de España, y conductor desde hace 19 años de El Hormiguero, el programa más famoso de la TV ibérica que se emite por la cadena privada Antena 3. Del otro lado, David Broncano, un humorista y presentador en ascenso que saltó desde la señal de pago Movistar+ al canal estatal RTVE con un contrato tan estratosférico como polémico. La TV pública desembolsará 28 millones de Euros para pagar La Revuelta durante dos temporadas (320 programas). Este contrato fue muy criticado por Pablo Motos y El Hormiguero, porque además hacía saltar a su rival al mismo horario: por primera vez en casi 20 años, Motos tendría un contendiente de peso enfrente. Broncano fue siempre admirador de Motos y no lo ocultó, pero con su pase a RTVE, esa amistad se convirtió en férrea competencia…y en algo más.

Esto, como no podía ser de otra manera, “agrietó” (concepto que popularizó Jorge Lanata) al público. De un lado se colocaron Motos, El Hormiguero, Antena 3 y, supuestamente, los votantes más de derecha; y del otro lado Broncano, La Revuelta, RTVE y, presuntamente, los militantes más de izquierda. Por supuesto que esto no es más que un reduccionismo, y que ambos tienen públicos tan amplios como heterogéneos. Pero en el imaginario colectivo, así es como quedaron las cosas.

Un dato más de contexto antes de ir a los hechos. Cada noche, entre las 21.55 y las 23, compiten por ver quién atrae a la mayor cantidad de televidentes. Y estamos hablando de muchísima gente. Millones de españoles se sientan frente a la televisión de lunes a jueves para ver su programa favorito. Entre ambos, obtienen unos 35 puntos de rating. Números imposibles para la TV Argentina, que tiene como su programa más visto a Gran Hermano, que rara vez supera los 15 puntos. Y para tener un poco más de perspectiva, la final de la Copa América 2021 entre Argentina y Brasil promedió 28,1 puntos, lejos aún de lo que promedian, en conjunto, Motos y Broncano.

8 de noviembre: al menos uno de los representantes del piloto español campeón de Moto GP, Jorge Martín, se compromete con las productoras de La Revuelta a que éste estará el jueves 21 en el programa, algo que no se hace público porque así funciona el programa, que nunca anuncia con anticipación a sus invitados. 

A las 11 de la mañana, el piloto sube una storie en Instagram en el que anuncia que va camino a La Revuelta, pero lo borra poco después. A las 16.30 (La Revuelta no se emite en vivo, sino que se graba a las 17 horas), los representantes de Martín reciben una llamada en la cual les dicen que existe un acuerdo previo de preferencia por El Hormiguero y que la entrevista en La Revuelta no puede salir ese día. Cerca de las 18, y con el público sentado en el teatro/estudio, el programa no empieza. Poco después arranca, pero de inmediato Broncano cuenta lo ocurrido, protesta porque entiende que le han “robado” el invitado, asegura que no es la primera vez que sucede y pide disculpas. Como el programa va en clave de humor y sarcasmo, deciden poner un video de ciervos caminando por el campo a modo de protesta. 

Al día siguiente, Motos abre El Hormiguero sentando posición: “No tengo más remedio que defenderme de una agresión. Dos semanas antes de la carrera final, habíamos acordado contar en exclusiva con Jorge Martín en nuestro programa. Hoy uno de sus representantes ha cometido un error al cambiar la visita que tenían programada. Sólo fue un malentendido”, cerró.

Meses de guerra fría, en los que La Revuelta se burló sin cesar de su competidor, mientras que del otro lado seguían tocando el tema, pero de manera elíptica. Números de rating de por medio, empezaron a enrostrase los triunfos de cada día. La guerra estaba declarada.

Jueves 23 de enero, Alejandro Sanz va como invitado a El Hormiguero y, de la nada…”Hablemos de ti, ¿Qué te pasa con David?”, le espeta al conductor. El ganador de 24 Grammys Latinos y 4 Grammys estadounidenses pone en marcha un plan que venía elaborando hacía meses. Amigo de ambos (juega al tenis con Broncano y es amigo de hace años de Motos), se autoproclamó mediador y vaya si le fue bien. Aprovechando su relación de extrema confianza, le hizo escribir una carta de puño y letra al conductor: “Querido David, pelillos a la mar (se utiliza para invitar a la paz y la reconciliación). Te deseo lo mejor, espero que nos veamos pronto. Te quiero, tu Pablo”.

El lunes 27, Sanz se sentó en el sillón de La Revuelta con el firme propósito de completar su trabajo. Broncano leyó la carta, contó que el cantautor llevaba meses con la idea en la cabeza, y le envió un audio a su rival a través del teléfono celular de su invitado: “Te agradezco las palabras Pablo. Me gustaría que nos viésemos porque esto se está llevando a unos extremos innecesarios. Vienes tu como invitado aquí o voy yo allí, grabamos primero una entrevista y luego salgo allí y por una vez un invitado va después allí que aquí que eso estaría bien (Broncano no puede dejar de ser Broncano). Yo también te quiero mucho Pablo, no te preocupes”.

“España no puede con más divisiones”, firma, Don Alejandro Sanz, o Alejandro de la Paz.


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