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CONVERSACIÓN CON MARIANO JABONERO, SECRETARIO GRAL. DE LA OEI

CONVERSACIÓN CON MARIANO JABONERO, SECRETARIO GRAL. DE LA OEI

Más allá de las valoraciones -positivas o negativas, da igual- la llegada de Milei a la presidencia argentina ha puesto sobre el país los ojos del mundo. Los organismos internacionales no escapan a esto. La atención generada por el nuevo presidente argentino se basa en varios factores que van desde su particular estilo de liderazgo hasta la clara voluntad de cambio que una amplia mayoría de la opinión pública argentina ha manifestado en las elecciones.

En este contexto, es muy interesante la percepción que algunas prestigiosas instituciones de carácter global y/o regional tienen sobre el presente y el futuro de la Argentina. Tal es el caso de la Organización de Estados Iberoamericanos, distinguida institución que nuclea a los países de la región entre los cuales Argentina es de suma relevancia.

La conversación con su secretario general, Mariano Jaobnero, se da en su discreto despacho en la sede que la OEI tiene en el coqueto barrio de Chamberí, de Madrid. Una charla tan interesante como deliciosa para quienes gustamos de la ciencia política y de las relaciones internacionales. 

Gonzalo Aziz:  Secretario, ¿cómo mira la OEI lo que está pasando en este mundo de hoy, caracterizado por problemas cada día más complejos que demandan soluciones creativas? 

Mariano Jabonero: Refiriéndonos a América Latina, a Iberoamérica, que es nuestra región de influencia, tenemos una situación preocupante. Están ocurriendo cosas que no ocurrían habitualmente. En la región se está produciendo un fenómeno de disenso en las lógicas tradicionales de lo multilateral. Siempre se estuvo trabajando en propuestas de integración regional, se crearon organismos, UNASUR, ALBA, unos y otros.

Creo que en un momento se han creado demasiadas siglas, que podía ser una huida hacia adelante, creando siglas y no soluciones. Pero en este momento hay una crisis, una crisis de confianza fundamentalmente, y eso es preocupante. Preocupante porque la fortaleza interna de la región, la cohesión interna de la integración es un valor positivo, internamente, internamente y hacia afuera.

En segundo lugar, se están produciendo con frecuencia posiciones maximalistas, lo que algunos llaman “polarización”. Y son posiciones maximalista que están buscando atajos simples a situaciones complejas.

Por otra parte, otro factor también a tener en cuenta es la baja inversión pública en temas como educación, por ejemplo.  Según el Banco Mundial, en el año 2000 estamos en torno al 5.2 por ciento. Esto es todavía una caída drástica. Estaríamos en la mitad o menos de la mitad de inversión en educación.

La inversión en educación es la inversión más rentable que hay y lo sabemos todos y genera bienestar, productividad, genera cohesión y no invertir en educación es un problema. 

Aziz: ¿No siente que esta merma en la inversión educativa, en definitiva, le hace el juego sencillo a quienes quieren agitar la polarización?

Jabonero: De una forma directa o indirecta, sí. Es así porque al faltar una formación compleja pues es más fácil llegar con la receta simple y sencilla de “esto lo arreglo hoy un o dos días”, que no es así.

Y en tercer lugar, otro factor que es muy grave en la región es la violencia. La violencia es gravísima en la región. Tenemos récord de crímenes del mundo y está muy asociada al narcotráfico.

El narcotráfico es un problema, narcotráfico y corrupción son dos problemas muy graves en la región que de una forma u otra con frecuencia se obvian. Hasta que no haya situaciones como en Ecuador. Ecuador es un país que está en guerra, ha declarado la guerra, no una guerra contra nadie, sino una guerra contra sí mismo, internamente.

Pero la violencia en México es espectacular, es una guerra totalmente. Centroamérica es una situación… Y por otra parte el tema de la corrupción, que es una lastra que no termina de superarse. 

Aziz: ¿Qué propone la OEI para combatir eso? 

Jabonero: Bueno, la propuesta para nosotros es bastante fácil de explicar porque es el objetivo misión de la OEI, lo que trabaja la OEI hace 75 años.

Ahora, esto no es un invento hace dos días. Trabajar y fortalecer las áreas de educación, cultura, desarrollo, cohesión social y trabajar, digamos, en dos líneas muy importantes. Una línea que es educación, derechos humanos, democracia e igualdad.

Creo que es muy importante. En la agenda política de la región casi había desaparecido la agenda de derechos humanos, igualdad y democracia. Tenemos democracias formales que funcionan y se votan y se cambian de gobierno.

Pero eso no es un sentimiento democrático profundo. Y en segundo lugar, además de eso, el tema de la integración regional. Insisto, sobre integración regional, hemos creado una cátedra sobre integración regional, pendiente de la sede de la cátedra está en Buenos Aires, porque hay un gran interés, participan presidentes de gobierno y creo que la vieja aspiración, no vamos a remontarnos al mundo bolivariano de la patria común, la patria grande, pero la integración regional supone que haya mayor comercio interno en la región.

El comercio, decía Montesquieu, suaviza. Y es una frase que yo creo que tenemos que hacer. Es una región que comercia mucho más hacia afuera que internamente.

La movilidad interna es muy baja. Es muy, muy baja. Incluso hay dificultad de movilidad interna.

Y por otra parte, la dimensión académica interna de la región es muy frágil. Somos la región del mundo que tiene menos movilidad académica. Y eso es un problema grave, grave, porque además la movilidad académica que tenemos en América Latina es básicamente hacia Estados Unidos y Europa, no interna.

No interna cuando tenemos lenguas comunes y universidades magníficas. 

Aziz: ¿Qué piensa de la Argentina? 

Jabonero: Bueno, Argentina es uno de los grandes países de América. En primer lugar, eso es un dato, digamos, objetivo, porque es geográfico, demográfico y tal.

Argentina ha tenido una situación en los últimos años crítica, lo calificaría, básicamente por una situación económica. La inflación en Argentina es una inflación que se dispara por completo. Y la ciudadanía argentina ha decidido cambiar.

Ha decidido cambiar durante una situación en la que se planteaba una situación casi sin salida. Argentina creo que en este momento tiene algunos retos importantes. Un reto es volver a mirar la cara hacia la educación. La educación es el origen de la patria argentina. Y creo que se ha perdido un poco esa visión de la educación como un valor nacional. 

Por otra parte, tener unas acciones más fuertes y fluidas con el entorno suyo. Argentina, Brasil, Colombia y Perú son el 85% de la economía de América del Sur. Y creo que eso, digamos, es un espacio de desarrollo muy importante. Y creo que, en este momento, ver qué va a ocurrir en unos meses.

Pero en unos meses, la situación argentina tiene un cambio muy rápido, muy acelerado, que genera muchas preocupaciones, evidentemente, con mucha incertidumbre. 

Aziz: Desde la óptica de la OEI, sus objetivos, sus valores, su misión, su visión de las cosas, ¿cómo se ve Milei? 

Jabonero: Como un presidente elegido democráticamente y legitimado por ello. Punto.

Aziz: Pero sin cuestionar, digo, ¿cómo están viendo la propuesta de Milei? Milei es una persona que tiene una manera de gobernar y unos valores. Sobre todo una mirada sobre lo público y el Estado, que me imagino tiene, para ustedes un punto de vista. ¿Tiene alguna mirada con respecto a esto? ¿Sobre cómo considera Milei la cuestión del Estado como agente, digamos, proveedor de educación, de salud, de cultura? 

Jabonero: Yo lo que puedo decir es que el experimento de Milei en el tema de educación, en el tema de ciudadanía y de cultura es un experimento que se ha dado en otros países. En Reino Unido ha sido una cosa parecida. Esto es muy insólito, muy simple.

Aquí hay mucha gente que ha hecho cosas parecidas en un momento determinado porque han pensado que desde el punto de vista filosófico, político, económico, era correcto. Yo creo que estamos persiguiendo en el caso de Argentina una menor inversión pública.

Más baja inversión pública. La relación que estamos teniendo con el Gobierno de Milei es fluida, pero sí notamos que hay una caída de actividad. Hay una caída de inversión pública que es en el espacio que mueve la OEI.

Yo quiero recordar que Argentina ha sido en los últimos años el país líder de la OEI en toda América Latina en cuanto a actividad de cooperador. Argentina tiene siempre una fuerte vocación internacional. Es un país, así como a otros, lo externo les preocupa muy poco, con la OEI ha tenido una reacción, digamos, muy intensa durante muchísimo tiempo y una actividad a través de la OEI de hacer muchísima cooperación educativa y cultural.

Aziz: ¿Qué ha hecho o qué no ha hecho la política para que la gente opte por los modelos como el de Milei en Argentina? 

Jabonero: Yo creo que la política lo que ha hecho, de una forma u otra, es no aportar esperanzas. Ser conscientes de forma generalizada de que nuestros hijos van a vivir peor que nosotros. Eso es muy grave.

Siempre en el mundo occidental el hijo iba a ser más que el padre, iba a vivir mejor que el padre, iba a vivir mejor que el padre, de repente eso se ha invertido totalmente. El hijo va a vivir, generalmente, peor que el padre y eso descorazona por completo. Eso, digamos, es demoledor.

En tercer lugar, la política lo que creo que no ha controlado bien es los sistemas de comunicación. El mundo de la comunicación, los chicos y las chicas viven en un mundo de comunicación que yo calificaría casi de irreal por completo, que tiene muchos efectos negativos y creo que el tenerles, digamos, de reformación para que controlen la comunicación, sepan quién lo que informa y quién lo que no informa, es eso. Y creo que la política que ha ocurrido en el mundo, en nuestro mundo, ha debilitado los sistemas públicos de precios de servicios.

Aziz: ¿De provisión de servicios? 

Jabonero: Sí, ha sido genial, han sido servicios, digamos, con una provisión. La gente cuando ha votado, cuando ha votado un gobierno, pensaba que iba a tener mejor salud, mejor educación, mejores carreteras, mejores comunicaciones y tal y igual, y no siempre ha sido así. Y entonces, bueno, yo he votado, he votado un gobierno, el gobierno me ofrecía un bienestar y resulta que no me ha ofrecido eso.

Hay un caso de la cumbre de las Américas que se hizo en Lima hace unos años. Se hizo una estadística en ese momento y es que en las democracias que funcionan en América Latina, el porcentaje de países que creían en sus democracias era bajísimo, de votantes que han votado. Solamente hay dos países que están por encima del 50% de confianza en sus gobiernos, dos países, muy diferentes, El Salvador y Uruguay.

Los dos países, la ciudadanía, está por debajo del 50% de confianza en sus gobiernos. Si no confiaban en nuestro gobierno, ¿dónde vamos? 

Aziz: ¿Siente que es lógico el hartazgo de la gente? 

Jabonero: Sí, en muchos motivos sí. Tenemos un desarrollo de sostenibilidad más precario.

Es evidente. El cambio climático, la sostenibilidad ambiental, el principio de solidaridad intergeneracional, dejar a nuestros hijos el planeta por lo menos como lo recibimos nosotros, no se está cumpliendo. Según la presión de servicios básicos, salud, educación, movilidad, no se cumple bien.

Y, en segundo lugar, hay una deslegitimación de una cierta clase política, que es muy habitual, los casos de corrupción, de falta de la verdad. Son tan frecuentes que hacen que el ciudadano y la ciudadana normal sean estéticos. 

Aziz: Uno tiene a veces la sensación de que estos sistemas un tanto autocráticos se basan en el hecho de que el planteo que hace este líder, en este caso Milei para la Argentina, es el de un hartazgo de la gente común para con la política, por una política que ha vivido con un estándar muy superior al de la gente común.

Y la sensación que uno tiene es que el mensaje que ese líder transmite, sobre todo en las campañas, es el de que él es una persona común como el pueblo que quiere gobernar. Y por eso la gente lo acompaña. ¿Comparte esto? 

Jabonero: Sí, sí, sí. Es así. Además es una experiencia que en la región se ha dado con frecuencia. En la región y fuera de la región.

No pensamos en un problema argentino-americano. La eutanasia en Portugal es espectacular, cosa que no ha ocurrido nunca en Portugal. ¿Quién gobierna en Italia? La señora Meloni.

¿La familia Le Pen en Francia? ¿Qué mensaje es? En Holanda no le cuento. En Hungría, carteles que reproducen carteles de la época nazi. Es una situación que está ocurriendo en muchos lugares del mundo, lo que algunos llaman fatiga demográfica.

Y aparece alguien que es como él. Recuerdo una pelota que tuve en Venezuela hace muchos años con un taxista en el aeropuerto de Maiquetía. Y empecé a preguntar por el presidente Hugo Chavez y tal.

Y me hablaba negativamente del presidente, el taxista. Y al final dice: “pero es de los nuestros.”

Aziz: ¿Cómo mira la OEI a la Argentina de ahora en adelante? En un corto plazo. 

Jabonero: Bueno, en corto plazo yo creo que la Argentina tiene, en este momento, un tiempo, digamos, de ver la viabilidad del gobierno. Yo no quiero hacer profecías, de eso no trabajo.

A ver qué ocurre. Es un ajuste muy duro. Es un ajuste muy duro.

Los ajustes muy duros pueden tener resultados en un sentido o en otro. La historia está ahí. Ha habido ajustes duros.

Recuerden el caso de la señora Thatcher en Inglaterra y tal. Hay casos que han funcionado, sí o no. Y luego, yo creo que la Argentina tiene un espacio genuino, porque tiene un gran capital humano en todo este mundo futuro de inteligencia artificial, de la innovación, del conocimiento e investigación.

El futuro de la Argentina ya no es pensar en la economía de materias primas. Eso es una trampa. Una trampa porque al final no generan gran valor agregado.

Las teorías se separan. Las tres trampas de América Latina. Una de ellas es la trampa de las materias primas.

La otra es la trampa ambiental. Hemos caído en una trampa ambiental grave. Y una trampa del trabajo barato, que no es el caso de la Argentina.

El trabajo barato es mucho más en Centroamérica, Caribe y tal. Pero creo que el caso de la Argentina es pasar, digamos, de la economía primaria a la economía del conocimiento. Y es quizás el país que tiene mejores condiciones para hacer ese paso en América Latina.

Pero tiene una masa social con un nivel de alta cualificación. Ayer o entre ayer leía esas estadísticas de las mejores universidades del mundo. Y las tres mejores de América Latina son la UNAM, la San Pablo y la UBA.

Aziz: Ahora, ¿sabe que mientras hacemos esta entrevista hoy en Buenos Aires hay una marcha para defender a la UBA porque ha sido completamente desfinanciada por el gobierno? Se lo digo como egresado de la UBA. 

Jabonero: Sí, pues ojalá eso se corrija y la marcha tenga éxito. (risas)

Aziz: Muchas gracias.

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